Alejandra Klagges, la productora lechera que apuesta por el crecimiento y la modernización hacia una nueva generación

Ingeniero agrónoma, y consultora, la profesional es además la primera mujer directora de Aproleche. Con 13 años en el rubro, trabaja junto a sus hijos y en poco tiempo ha modernizado su predio y espera poder alcanzar mayor eficiencia a través del uso de energías renovables.

María Alejandra Klagges es una mujer multifacética y una apasionada ingeniero agrónoma, que se ha desempeñado en diversas áreas que abarcan la asesoría, la educación y la producción láctea. Egresada de la Universidad Austral de Chile, hace 13 años es una destacada productora lechera.

Su padre Juan Klagges Barrientos, era productor de carne y tras su fallecimiento, la profesional se hace cargo del predio entre 2002 y 2007, hasta que su madre decide vender. Alejandra en ese momento adquiere 145 hectáreas, una propiedad de Pedro Gamé quien realizaba una explotación mixta, es decir carne y leche.

Así se hace cargo del Fundo Curralhue, en el sector Curralhue Chico, ubicado en el 5,5 km del puente Trafún camino a Entrelagos, a 16 km de Río Bueno y a 28 km de Osorno.

La productora que cuenta con más de 23 años como asesora en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, está casada con el ingeniero agrónomo Patricio López F., también productor de leche en un predio vecino. Es madre de dos hijos, con quienes además trabaja en el predio. Joaquín López Klagges es médico veterinario y Esteban López Klagges es ingeniero agrónomo.

Joaquín es administrador del predio y como médico veterinario es responsable de la reproducción animal vía inseminación artificial tanto de las vacas como de las vaquillas y de la alimentación balanceada del rebaño lechero. Por su parte, Esteban es el encargado de producción de forraje y recría, y supervisa desde el parto hasta producirla mejor vaquilla para encaste y manejo de praderas del predio.

En tanto, Alejandra tiene a su cargo los registros y la supervisión de las normas, planificación de los manejos prediales, como establecimiento y fertilización de las praderas y adquisición de insumos.

También cuenta con el sólido apoyo de un equipo de cinco personas comprometidas, con quienes han trabajado de forma coordinada, enfatiza, a pesar de la pandemia. “No nos hemos visto afectados por la enfermedad y las restricciones para ingresar al campo y manejos preventivos nos han permitido estar concentrados en el trabajo con tranquilidad”, comenta.

La productora, que es cooperada de Colun desde el año 2009, es además delegada de la Asamblea de Río Bueno de la Cooperativa y reconoce que ser parte de una organización seria y estable, le ha dado estabilidad y seguridad para crecer.

APUESTA POR EL CRECIMIENTO 

Si bien comenzaron con 145 hectáreas en 2007, hoy tienen 205 hectáreas, son 60 hectáreas que se anexaron para producir forraje y 113 hectáreas dedicadas a pastoreo “eso nos ha permitido crecer  a 1.730.000 litros anuales con buenos sólidos ”, explica.

Tras adquirir una parte del inventario original de Pedro Gamé, 130 animales entre vacas y vaquillas, este número con el tiempo se incrementó en 650, de los cuales son 330 vacas Holstein e híbridas, con 265 vacas en ordeña, y solo crían 30 machos porque no hay espacio, y el negocio claramente son las hembras.

Entre las primeras acciones que realizó fue mejorar la fertilidad y los niveles de fósforo en las praderas, así como el uso racional de los purines. “Era un predio ordenado, pero poco fertilizado y las vacas no se suplementaban con concentrado, solo disponían de praderas y forrajes conservados”, señala Alejandra. 

El 2008 y 2009 enfrentaron una sequía y fue evidente la necesidad de regar. Postuló a la Ley de Riego junto al consultor Claudio Pizarro y desarrollaron un proyecto de riego por aspersión con carrete, previo a la perforación e implementación de un pozo profundo. Así mejoraron el abastecimiento de agua de la red de bebida de los animales que se veía afectada en el verano, con solo norias superficiales en el predio.

De forma paralela además aumentaron el inventario de animales y trabajaron con toros que compraron en criaderos de pedigree. “Seleccionamos los toros y después nos decidimos por el mejoramiento genético y aumentamos la producción junto con crecer en sólidos llegando a 8, lo que nos permite alcanzar mejores precios. La verdadera compensación llega cuando uno entiende que el negocio no es solo producir leche, sino leche de calidad, en un ambiente amigable y en eso estamos ahora”, indica.

De la misma forma, optimizaron su infraestructura y han mejorado su maquinaria. Hace dos años además adquirieron su propio equipo de pastería para la conservación de forraje porque era la única forma de que el corte y la calidad fueran oportunas para su conservación, “porque a veces cuando dependes del contratista la oportunidad llega un poco desfasada y ocurre que los bolos no son de la mejor calidad, el contratista puede tener muy buena disposición, pero con los imponderables del clima se van atrasando por eso se decidimos comprar el equipo”, puntualiza.

Alejandra señala sentirse feliz y orgullosa de ser productora de leche. “Tengo la suerte de trabajar con mis hijos, somos una empresa familiar. Para nosotros como productores de leche ver cómo se cumplen las metas es un gran logro. Esta es una forma de vida agradable y es impagable en este tiempo”, explica.

LECHERÍA QUE CRECE

Actualmente, además, trabajan en la última etapa de modernización de la lechería, para lo cual suscribieron contrato con Cooprinsem para crecer de 10 unidades a 16 y tener mayor confortabilidad, a lo que se agrega la ampliación del patio de alimentación. 

En los últimos cuatro años si bien no han aumentado la producción, sí crecieron notoriamente en sólidos y ese es el camino que están siguiendo. “Para eso hemos hecho un trabajo selección en la búsqueda de los padres más aptos para la transferencia. La meta es mantenernos en buenos niveles”, asegura.

Todas las obras y modificaciones, enfatiza se hacen con recursos que genera la empresa. “Este año los planes son terminar la modernización de la sala y además evaluar un proyecto de energía renovable que hemos estudiado con una empresa consultora y está en evaluación. Igualmente están en la búsqueda de un predio anexo para arrendar, sino encontramos más superficie para crecer pensaremos en otra estrategia”, comenta. 

También en algún momento reconoce que ha evaluado involucrarse en frutales, pero no lo ha hecho por un tema de superficie, aunque es algo que no descarta.

Otra de las etapas que viven actualmente es la transición para el traspaso a sus hijos. “Reconozco que es fundamental cuando uno tiene una empresa familiar integrar a los hijos y que opinen. En este proceso tomamos decisiones en conjunto, pero mientras la salud lo permita voy a estar ahí. Pero la idea es que de aquí a 4 años las decisiones las toman ellos y yo solo quede como el consultor de apoyo para la implementación de nuevas tecnologías y sean  ellos quienes planifiquen”, resalta.

María Alejandra señala que Joaquín y Esteban se fueron integrando en forma paulatina,  hoy somos un equipo. De la misma forma, espera que algún día lo haga alguno de sus tres nietos. “Me encantaría que alguno de mis nietos estudie una profesión a fin al rubro para que se involucre la siguiente generación”.

GREMIO Y EDUCACIÓN

Como muestra de su estilo innovador y proactivo, Alejandra además se convirtió en la primera mujer directora de Aproleche. Su inquietud gremial nace motivada por el ejemplo de su padre, quien fue un destacado dirigente de Fedagro y SAGO.

“Me entusiasma compartir, conversar y representar al gremio. Es mi primer periodo como directora de Aproleche y ser la primera mujer es un orgullo. Me invitaron a participar y en 2019 salí elegida como directora. La idea es fortalecer y tener integrado dentro del directorio la visión de las mujeres como productoras”.

Uno de los proyectos en los que trabaja es la conformación del Grupo de Transferencia Tecnológica, GTT de productoras donde espera se reúnan 20 mujeres. Si bien no podrán congregarse presencialmente, esperan avanzar en un diagnóstico y en aunar criterios hacia objetivos de trabajo y mientras tanto trabajar a través de reuniones virtuales.

Otra de las iniciativas es el Seminario de Mujeres en su versión número 20 que no se pudo realizar, pero que espera poder concretar.

Klagges recuerda además con mucho entusiasmo el periodo en el que ejerció como docente en la Fundación Adolfo Matthei. “Fui muy feliz ayudando a formar personas, hoy me saludan mis ex alumnos, muchos de ellos están trabajando en empresas u organizaciones del sector. Es una labor muy gratificante, pero también que requiere mucha dedicación y responsabilidad”.

La productora espera seguir consolidándose en el sector y afianzando el periodo de transición hacia la administración bajo responsabilidad de sus hijos y en el futuro quizá de una tercera generación.

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