Alza global de precios complica a sector lechero

Aunque los valores por litro a productor son históricos, en paralelo los impacta el aumento en los costos y la menor producción por sequía. Aunque la industria está pagando más, no puede traspasar totalmente el alza internacional a sus productos por el peligro de perder consumo.

‘Estamos en un momento muy complicado, porque es una sumatoria de cosas… Casi se le podría llamar una tormenta perfecta’, dice Marcos Winkler, el presidente nacional de los lecheros.

Se refiere a los efectos de la sequía, a los costos que están por el cielo, a problemas de mano de obra, a la disminución de los granos a nivel internacional, porque EE.UU. no va a tener tanta producción, al aumento en el precio del petróleo y de la logística, entre otros.

‘La verdad es que con el aumento en el precio de la leche, que sí ha aumentado, no se logra llegar a cifras azules y así los agricultores no son capaces de ser sustentables’, dice el presidente de Fedeleche.

A la combinación de factores negativos, el productor Fernando Viollier, presidente de Aproleche Centro, suma otro: ‘El gran problema que tenemos los productores de la zona central es que realmente se nos está acabando el agua y hemos tenido que buscar alternativas y salir a producir forraje en distintas zonas, porque ya no somos capaces de hacerlo en nuestros campos. En Casablanca están prácticamente sin agua’, señala.

El golpe en los costos

El gran tema es la importante alza de los precios de los principales commodities agrícolas, que ha afectado tanto a los insumos para producirlos, como a las distintas producciones primarias, como la leche.

No hay consenso entre los lecheros respecto de cuánto ha aumentado el costo de la ración por litro. Se habla de rangos amplios que fluctúan entre $50/l y $80/l entre septiembre 2021 y abril 2022. A este respecto, el presidente de Fedeleche, replica que con fertilizantes que pasaron de $ 300 mil la tonelada a un millón 100 mil, el alza estimada por algunos en el costo de la ración por litro de 50 a 80 pesos ‘está muy abajo, ya que supera los 110 pesos por litro’. Opinión similar expresa el presidente de Aproleche Centro.

Además, el impacto es distinto según el modelo productivo. Según un especialista en producción agrícola, los productores integrados verticalmente, que producen parte importante del alimento para su ganado, por ejemplo, en el caso del maíz están terminando de consumir su silo cosechado en abril de 2021, que fue sembrado con insumos de semilla y fertilizantes con precios de junio y julio de 2020; cuando aún el rally de precios no empezaba.

Y en abril cosecharán el maíz que utilizarán hasta marzo 2023, que fue producido con costos de insumos de junio y julio de 2021, cuando el rally alcista se había iniciado. Más aún, se preparan para la siembra de la próxima primavera, en la que los costos de los se proyectan mayores que los del invierno anterior. En el caso de las praderas, el consumo directo del ganado lechero entre septiembre 2021 y marzo 2022, así también como el forraje cosechado y conservado para usar en el próximo otoño-invierno, fueron fertilizadas con costos de mayo y junio de 2021, significativamente inferiores a los actuales. En tanto, los costos de fertilización para las praderas de la primavera serán significativamente mayores. Los productores que no están integrados y que compran trimestral o semestralmente sus insumos, enfrentan precios más cercanos al costo de reposición.

Las alzas más relevantes (ver gráfico) la encabeza la urea que, entre enero de 2019 y enero de 2022, aumentó 226%.

Los productores han estado alertas, desde septiembre para ver cómo el mercado chileno internaliza los precios externos, con el consecuente aumento de precios a productor, que les permita equilibrar su negocio.

Tanto Winkler como Viollier reconocen que las pautas públicas de las principales procesadoras de leche indican fuertes alzas de precios. Soprole completó alzas entre septiembre y marzo que acumulan alrededor de $ 72 por litro.

‘Es una buena señal, y así se los manifesté, la que están entregando al aumentar el precio, porque ya es la segunda publicación en 30 días. Los primeros $ 20 fueron efectivos el 16 de marzo y los segundos $20 el 16 de abril. Se los agradezco y lo voy a hacer públicamente, pero todavía estamos bastante lejos de llegar al valor para poder seguir produciendo y avanzando’, plantea Winkler, al tiempo que expresa su molestia porque el resto de la industria no ha reaccionado igual.

Agrega que hay países en que se ha traspasado mejor el precio internacional al productor, como Nueva Zelandia que supera los $500 el litro. En todo caso, considera razonable un precio promedio, incluyendo el bono de invierno, de $400.

Su temor es que el agricultor no sea capaz de pagar sus costos, «van a seguir cerrando lecherías y vamos a producir menos leche. A enero, ya tenemos una disminución de la producción de 10% en Los Lagos y de 5,6% a nivel nacional, y si esto sigue así no se va poder fertilizar ni sembrar como corresponde y, por lo tanto, vamos a producir menos».

Impacto de los precios

Para que los productores lleguen a un precio similar o equivalente a los nuevos valores del mercado externo, deberían subirse los precios a consumidor, plantea un analista del mercado.

‘La industria, por lo menos Soprole, está haciendo el esfuerzo de acompañarnos en estas alzas, aunque reconocemos que tiene una espada por el otro lado que es el producto terminado, Meterle $ 100 más al litro de leche UHT no es gratis en consumo. Si bien el consumo de leche ha subido y también el precio, todo tiene un corte. La industria está siendo cuidadosa con eso… No puede perder demanda. Si dice ok y sube a $ 1.500 el litro de leche UHT la gente va a seguir comprando, pero en vez de 10 litros va a poder consumir 5 o 7. Ahí hay un problema que también tenemos que mirar’, señala Fernando Viollier.

Y de acuerdo con las cifras del INE, los precios al consumidor no están reflejando, por ahora, salvo en el ítem yogures y postres, el impacto del mercado internacional. Sin embargo, para el mismo período, si se compara el IPC con los precios por litro de leche pagado a productor, publicados por Odepa en la X Región, expresado como índice, estos son muy superiores al IPC y al aumento de los productos lácteos a consumidor.

Para el invierno que entra se calcula que el precio al productor, que en promedio en la temporada pasada fue de $344/l, según Odepa, debería acercarse a los $400/l.

Fuentes ligadas a la industria señalan que si el equilibrio externo fuera de largo plazo, el mercado chileno se ajustaría, pero si es de mediano o corto plazo es difícil, por cuanto las procesadoras deberían tomar decisiones de cambios de mix de productos, modificar infraestructura productiva existente y exportar si fuera necesario. Lo anterior se traduciría en una disminución de la oferta interna y un aumento de los precios al consumidor.

El problema es, sin embargo, que si los precios internacionales bajan a un equilibrio cercano o incluso superior al que existía previo al rally alcista, volver a volcar los volúmenes al mercado interno, sería de alto riesgo, ya que podrían haber ocurrido efectos más que dañinos en la caída del consumo y en la disminución de la demanda, por la sustitución que tendrían que haber hecho los consumidores al no poder adquirir productos lácteos de alto valor.

Agregan que los próximos meses serán determinantes para conocer cómo los precios internacionales influyen en los precios del mercado final en Chile y con ello dar más certezas a la cadena láctea chilena.

Las variaciones del mercado

El mercado chileno de lácteos es deficitario y requiere importaciones netas cercanas al 20% de la producción nacional. Respecto del queso, los precios de importación de Odepa muestran que prácticamente no han aumentado o lo han hecho en muy baja proporción desde septiembre de 2021 a la fecha.

El promedio CIF de importación por tonelada de queso gouda fue de US$ 3.903/ton en septiembre 2021, mientras el de febrero de este año fue de US$ 3.986/ton (el parcial de marzo, hasta el 15 va en US$ 4.080/ton) el que, expresado en pesos chilenos, debido a la caída del tipo de cambio entre septiembre y febrero, muestra prácticamente que no ha tenido alza, mientras que en el mercado internacional, los precios superan los US$ 6.000/ton.

El rezago, según fuentes del sector de los importadores, se debe a que un negocio de quesos se cierra con programas de entrega a seis meses, por lo que se espera que recién en abril se empiecen a ver precios que se acerquen algo más a los del mercado internacional. En ese escenario, pareciera ser que los procesadores han adelantado las alzas a productores, pensando en los nuevos precios y así asegurar la disponibilidad de leche en un mercado en que las importaciones disminuirán por sus altos precios. En este escenario de disminución de las importaciones por los altos precios externos, ya el año pasado la producción interna tuvo nula variación respecto de 2020 (ver gráfico). La única cifra oficial de 2022 es enero y muestra una caída de 5,6% en la producción, afectada por la sequía de primavera y verano del sur. Soprole tuvo un decrecimiento de 0,9% en su recepción respecto de enero del año anterior, mientras Colún disminuyó en 2,3%; Nestlé, 14,2%, y Watt’s, 10,2%.

El desafío está planteado: los productores y su eficiencia, por una parte, y los procesadores y su adaptación al mercado, por la otra.

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