Reacciones encontradas entre los gremios agrícolas y académicos generaron las precipitaciones de ayer en la zona centro-sur. Los primeros las calificaron como beneficiosas, aunque insuficientes, mientras que para los estudiosos del tema estas traen más problemas que beneficios.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Cachapoal, Francisco Duboy, dijo que ‘ha sido muy poca, pero es beneficiosa, porque para todo lo que está sembrado es ‘agüita’ que le cae para el riego’. También descartó perjuicios severos: ‘En frutales, en las cerezas, podría haber algún efecto, pero no estamos cerca de la cosecha. Estamos como a 15 o 20 días, pero ya tenemos práctica: con hélices y turbos se soluciona’.
Más al sur, en Ñuble, Carlos González, exdirector de la asociación de agricultores de la zona, dijo que para los próximos días esperan unos 10 mm para mitigar el déficit que ya alcanza el 36%. ‘Para pradera, trigos, remolachas y maíz viene estupendo. Pensando en los cereceros, ojalá no venga con mucha intensidad y con granizos, porque la fruta está en flor. En la suma y resta, la mayoría de los agricultores va a celebrar’, dijo.
El presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío, José Miguel Stegmeier, añadió que ‘siempre tenemos (lluvia) durante toda la primavera y no debería ser un problema’. Sí, reconoció que influyen ‘en la floración del cerezo, pero está dentro del rango normal del clima, ya que las lluvias se mantienen hasta diciembre’.
Una visión distinta tienen los investigadores. Por ejemplo, el agroclimatólogo de la U. de Talca, Patricio González, explicó que fue ‘la típica lluvia de primavera, que es muy corta y nada beneficiosa. Bota los frutales y todo lo que esté en floración. Además se potencia con vientos de entre 15 y 20 km/h y es pérdida para agricultores’.
El experto asegura que como en los próximos días la temperatura en la zona central superará los 23 °C, esto ‘generará ambientes propicios para las enfermedades fungosas, para viñas y frutales’.
En eso coincide el director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile, Fernando Santibáñez, quien afirmó que las lluvias débiles crean problemas sanitarios: ‘Hay especies que están empezando a florecer, como los nogales, y que son muy sensibles a la peste negra, por lo que hay que hacer aplicaciones extras de fungicidas’, detalló.
En tanto, caídas de árboles y postes, además de cortes de luz, fueron los principales efectos de las ráfagas de viento que acompañaron las débiles lluvias entre las regiones de Coquimbo y Biobío.
En la Región Metropolitana se registraron 1,7 mm de precipitaciones, mientras que en otros puntos hubo solo lloviznas.
El meteorólogo Arnaldo Zúñiga informó que durante la noche y la madrugada de hoy entre Maule y Ñuble se esperaban 10 a 14 mm de lluvia y en la precordillera de la Región Metropolitana, entre 4 y 8 mm.
‘Estas lluvias casi no alterarán el déficit entre Atacama y Maule, que fluctúa entre 70% y 75%, y que más al sur, en Ñuble y Biobío, fluctúa entre 25% y 30%’, agregó Zúñiga.
Fuente: El Mercurio
