Solo cuatro de cada 10 niños se estima que ingieren la cantidad mínima sugerida por organismos de salud, necesaria para favorecer su desarrollo y prevenir la obesidad.
Nueve de cada diez escolares de 5º básico consumen leche o algún producto derivado todos los días, según el Primer Estudio de Hábitos de Consumo Lácteo en Niños, dado a conocer ayer en Santiago. Sin embargo, solo el 39% ingiere la cantidad recomendada por organismos como la FAO y la OMS (tres porciones diarias), adecuada para favorecer el desarrollo.
Para el trabajo, realizado por académicos del Departamento de Nutrición de la U. de Chile en conjunto con el Consorcio Lechero, se encuestó a 354 escolares, de ambos sexos, de nueve colegios de Estación Central. El 34% de los niños es migrante.
«Se hizo en niños de 5º básico porque es la edad en que el consumo de leche comienza a caer y aumenta el de bebidas y jugos; y es también el momento en que aumenta la obesidad en esta población», dice Rodrigo Valenzuela, doctor en Nutrición y académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
«Están en una etapa en la que se puede intervenir para promover estilos de vida saludable», afirma.
Según la encuesta, el producto lácteo más consumido es el yogur (36%), seguido por la leche líquida (31%) y el queso (23%). Más atrás se ubican otros productos, como postres, quesillo y leche en polvo.
Un aspecto que llama la atención es el alto conocimiento por parte de los niños sobre los beneficios asociados a la leche y sus derivados. El 65% considera que «hacen los huesos más fuertes»; 58% opina que son relevantes porque «tienen proteínas y calcio», y 46% los consumen «para ser más altos».
«Chile tiene una larga tradición de consumo de leche, que alguna vez ayudó a prevenir la desnutrición infantil. Ahora, con tasas de sobrepeso y obesidad escolar que superan el 40%, las dietas ricas en lácteos en niños se asocian a menor riesgo de desarrollar esos problemas», precisa Valenzuela. Entre sus beneficios médicos está una menor acumulación de grasa corporal, mayor crecimiento en talla y más fuerza muscular.
Para Samuel Durán, vicepresidente del Colegio de Nutricionistas, estos resultados son reflejo de una conducta a nivel general. «La ingesta de leche en el país es menor a la recomendada; pese a que está bien valorada, ha aumentado el número de personas que la rechaza por problemas de salud o culturales».
Aunque a nivel infantil es necesaria, se pueden obtener las mismas proteínas y calcio de otros alimentos, sobre todo en población adulta, pero a un mayor valor.
98% de los escolares consume leche o productos lácteos todos los días.
78% dice consumirlos «porque me gusta». El 66% lo hace porque «me hace bien».
61% los consume dos veces, o menos, al día, es decir, por debajo de lo recomendado.
Fuente: Economía y negocios
