Chile: Banderas son el único reparo de la industria a proyecto de etiquetado

MERCADO. El sector lácteo destacó, de forma unánime, el espíritu de la iniciativa legal, pues permite al consumidor tomar una decisión de compra más informada. El diputado Javier Hernández explicó los pasos a seguir de esta iniciativa legal, actualmente en tramitación.

Dudas en torno a los efectos que podría generar entre los consumidores la publicación de la bandera del país de ordeña de la leche, contemplado en el proyecto de ley de etiquetado de productos lácteos actualmente en tramitación en el Congreso, expresó Octavio Oltra, gerente del Consorcio Lechero, entidad que agrupa a todos los actores de la cadena láctea.

Tras la sesión de la comisión mixta de Agricultura realizada en Osorno el lunes 26 agosto, donde participaron diputados y senadores que forman parte de dichas instancias de ambas Cámaras del Parlamento, el ejecutivo dijo que expresaron «una duda que teníamos, pero que no fue acogida».

Señaló que «no tenemos muy claro el efecto que pueda tener colocar en productos lácteos que tengan porcentaje de leche extranjera, aparte del país de ordeña de origen, la bandera de esa nación».

Tras recordar que la labor del Consorcio Lechero apunta a promover y aumentar el consumo de leche, insistió que «preferíamos que no se incluyera una bandera extranjera en el envase», pues indicó que no tienen ningún estudio que dé cuenta de cómo se comportará el consumidor chileno frente a este elemento.

Espíritu

Oltra comentó que más allá de ese punto, comparten «el espíritu del proyecto de ley», pues afirmó que «es muy positivo que el consumidor cuente con la mayor información posible para la toma de decisiones al momento de la compra».

El gerente de la entidad, que tiene entre sus integrantes a industrias lecheras, productores del rubro, organizaciones tecnológicas y de servicio del sector lácteo, acotó que valoran que la iniciativa contemple una definición de leche, como producto básicamente de origen animal, que es la base de la elaboración del queso.

Destacó que el proyecto también cuenta con aportes técnicos que realizaron acerca de las definiciones de leche cruda y lo que se considera un queso, basados en el Código (Codex) de Alimentación, «con la intención de aportar y mejorar al proyecto en sí, para que sea un motor de desarrollo del sector lácteo», precisó.

El gerente del Consorcio precisó que siempre ha existido leche natural, reconstituida y recombinada «desde el punto de vista de la definición y de la obligatoriedad de declararla».

Al respecto, el médico veterinario expresó que la diferencia es que «antes estaba definido por el reglamento sanitario y ahora por ley. Además, debía ser informado en la etiqueta, pero no estaba tan evidente, porque había que mirarlo en los procesos y en los ingredientes».

Empresas

Valeria Flen, gerente general de Soprole, indicó que en la empresa «estamos de acuerdo y comprometidos con todas las iniciativas de rotulación y publicidad que tengan como objetivo entregar información clara y relevante para los consumidores. Todo lo anterior debe contribuir siempre a una correcta e informada decisión de compra».

En tanto, Erich Becker, gerente general de Prolesur (filial de Soprole y que cuenta con una planta en Osorno), coincidió al señalar que como empresa que elabora alimentos, «es muy importante que todas las iniciativas de rotulación y publicidad tengan por objetivo entregar información clave y relevante para los clientes y consumidores».

Si bien Nestlé no quiso referirse al tema en esta oportunidad, Leo Leiman, presidente ejecutivo de la compañía en Chile, señaló recientemente a El Austral de Osorno en México, que «la transparencia para el consumidor siempre es buena. Tienen todo el derecho a saber si es leche chilena o viene del extranjero».

Acotó que «si es leche reconstituida, recombinada o natural, hay que clarificar bien al consumidor de qué se trata. El riesgo está en que se puede dar la sensación de que una leche es de peor calidad que la otra, cuando no es el caso. Todas provienen de las mismas vacas y tienen propiedades nutricionales equivalentes».

Proyecto

Javier Hernández, diputado UDI por el distrito 25, presentó en la Cámara Baja el primer proyecto sobre etiquetado de la leche en agosto de 2017, con el apoyo de otros parlamentarios que se sumaron. Luego, en abril de 2018 el diputado PS Fidel Espinoza (también del distrito 25) planteó otra iniciativa en este sentido y una tercera sumarían dos senadores en agosto de 2018.

Tras precisar que «el que primero presenta autoriza o no», el diputado osornino expresó que «era beneficioso fusionarlos, pues sumaba apoyos políticos, lo que es importante a la hora de la aprobación de este proyecto de ley», el que recordó «buscaba aumentar la transparencia en la información al consumidor».

Hernández valoró que tras ser despachado por la comisión mixta, pasará a la Cámara de Diputados, luego al Senado y espera que a fines de octubre sea promulgada por el Presidente. Y nueve meses después entrará en vigencia la ley, en el invierno de 2020.

Consignó que en el proyecto de ley era preciso diferenciar lo que era una leche natural, de la recombinada o reconstituida (ver cuadro), información que de acuerdo al reglamento, deberá estar de un tamaño legible y en la parte frontal del envase.

Mencionó que una empresa evaporaba la leche en Osorno, la enviaban concentrada a Santiago y tras un proceso a muy alta temperatura le agregaban agua y, entonces, «pasa a no ser natural y tendrá que decir reconstituida», expresó.

Asimismo, el diputado resaltó que en el etiquetado debe salir el país de ordeña con la bandera correspondiente, o más de una si hubiera mezcla de leches, para conocer la trazabilidad del producto.

GREMIOS

Eduardo Schwerter, presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), señaló que ven este proyecto de ley como muy positivo, porque el espíritu de la iniciativa apunta a transparentar la información hacia el consumidor.

Valoró que, a través de esta iniciativa, ven un mecanismo para resaltar las bondades del producto lácteo.

«Se considera la trazabilidad del país de origen de la leche con la cual se elaboran los productos lácteos que llegan al consumidor. Y eso se dirá claramente bajo el concepto de país de ordeña. Entendemos que el consumidor, al conocer las bondades del producto nacional, tendrá elementos de juicio para discernir lo que más le convenga», acotó.

Marcos Winkler, presidente de Aproleche Osorno, comentó que este proyecto de ley «aumentará el consumo de lácteos nacionales, ya que el cliente tendrá aún más información para preferir nuestra leche. Frente a esto, la industria láctea deberá reaccionar y estimular la producción nacional, al comprar a un mejor precio nuestra leche, para responder a la nueva demanda de mercado».

Fuente: Austral de Osorno

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