Chile: Falta de lluvias obliga a lecheros a ocupar el forraje del invierno

AGRO.

 El fenómeno ha provocado que los productores adelanten el uso del alimento destinado para los meses más complejos del año. La proyección de Meteorología establece que las precipitaciones estarán bajo el nivel normal, acompañado de temperaturas más altas. Frente a este escenario, expertos investigan y promueven el uso de nuevos vegetales para alimentar al ganado.
 
Nuevamente la falta de precipitaciones será lo que primará en la zona, ya que de acuerdo a la proyección que entrega la Dirección Meteorológica de Chile, las lluvias estarán por debajo del índice de un año normal, por lo que los productores lecheros ya consumieron prácticamente todo el alimento disponible para el ganado y ahora usan, de forma adelantada, el forraje guardado para el invierno.

La falta de lluvias es ya una realidad, por la presencia del fenómeno climático del Niño, corriente que permanecerá al menos esta temporada, por lo que se mantendrán las bajas precipitaciones. Ello genera un escenario muy complejo para la labor de los productores.

Desde el Instituto de Investigaciones Agropecuaria (Inia) Remehue de Osorno, advierten que producto de la falta de agua, el forraje tiene mayor cantidad de fibra, pero es más pobre en proteínas y energía, luego de un verano seco, por lo que recomiendan usar especies más resistentes, como bromo o festuca.

La proyección que presenta la Dirección Meteorológica de Chile señala que la provincia de Osorno registrará, hasta mayo, un nivel de precipitaciones bajo lo normal, es decir, menor a 226 milímetros.

En cuanto a las temperaturas que se registrarán de aquí a esa fecha, se pronostica que las máximas superarán el rango entre 15,9 y 17 grados, mientras que las mínimas estarán sobre los 5,7 a 6,4 grados, en ambos casos sobre lo normal para la época.

Esperan lluvias

Frente a este pronóstico, surge inmediatamente la inquietud por la agricultura de la zona, que se considera como el principal motor económico local.

Silvia Richards es productora láctea en el Camino Real (ruta U-72) y señaló que en su caso, por ubicarse hacia la costa, el pasto se secó completamente con las altas temperaturas registradas en febrero, por lo que espera que caiga lluvia en el otoño, para estar provista de alimento para su ganado.

«Si se atrasan mucho las lluvias de otoño, tendremos que darle a las vacas el forraje que teníamos considerado para el invierno . Y cuando llegue el invierno, ahí se producirá otra vez la escasez de forraje. Nuestra esperanza es que el agua de otoño no se demore mucho», explicó la agricultora.

De acuerdo a su experiencia en el rubro, Silvia Richards asegura que este es un año normal, ya que en el verano siempre hay escasez de forraje, sobre todo en el sector de la Cordillera de la Costa.

Relató, además, que por lo mismo, muchos agricultores están dedicándose al almacenaje de forraje en bolos, para ponerlos a la venta ante la falta del producto en invierno.

En el sector de Popoen, en Río Negro, el productor lechero Gerardo Geisse señaló que, por el momento, todo va bien en relación a la producción de forraje.

«Hice un silo para tenerlo especialmente en verano, tenía la esperanza de que sobre un poquito, pero no quedó nada y en tres o cuatro días más se terminará», explicó.

Añadió que la falta de lluvias en febrero y principios de marzo no dejará que se produzca lo que se conoce como la «primavera chica», por lo que la falta de alimento podría ser crítica.

Y explicó que en el caso de que lleguen las lluvias en las próximas semanas, se corre el riesgo de que no haya suficiente temperatura para incorporar el abono a la tierra.

El agricultor dijo que si se registra una escasez de lluvias compleja, deberá ocupar un capital que tenía destinado para otros fines y generalmente prestado.

«Afortunadamente en la primavera se produjo harto pasto, por eso hay muchos bolos de forraje, por lo que no debería subir mucho. No obstante, cuando hay sequía, la gente se asusta. En este momento tendré que empezar a echar mano al forraje de invierno», indicó.

Una de las estrategias que tendrá que usar será dejar sólo las vacas que prestan utilidad y las otras tendrá que venderlas en la feria; mientras que las vacas recién paridas están comiendo pasto que se produjo con la lluvia de principios de marzo.

Complejo escenario

El gerente de Aproleche Osorno, Michel Junod, explicó que la situación de los productores está muy complicada por las altas temperaturas de febrero, que terminaron con todas las expectativas creadas con las lluvias de enero.

La falta de agua, que persiste hasta la fecha, destruyó las praderas y por lo mismo no se han podido sembrar otras nuevas, que es lo normal. Nadie se atreve a usar fertilizantes, porque la mezcla sin agua destruye las semillas.

Esto, en términos de producción, significa que si en un mes normal hay una tasa de materia seca de 50, hoy eso bajó a la mitad o a un tercio.

«Hablando de sobre 40 kilos de materia seca por hectárea, estamos probablemente ahora en una quinta parte», acotó.

Advirtió que cuando no se produce suficiente alimento, éste se debe suplir comprando alimentos balanceados o con forrajes conservados, lo cual sube los costos de producción de la leche.

Nuevas especies

De acuerdo a los investigadores del Inia, Cristian Moscoso y Camila Muñoz, una de las opciones de alimento para el ganado en casos de aumento en las temperaturas, son las especies forrajeras que soporten de mejor manera el estrés calórico e hídrico. Entre ellas están las gramíneas festuca y bromo, y la leguminosa alfalfa.

Estas variedades cuentan con un sistema radicular más profundo respecto a la ballica perenne, que es la gramínea más utilizada en el sur, lo cual permite obtener agua a mayor profundidad.

En época de calor y falta de agua, la dieta en base a praderas es deficitaria nutricionalmente, por lo que se hacen necesarios los cultivos suplementarios o forrajes conservados y concentrados, para cubrir los requerimientos de materia seca, proteína y energía de los animales.

Alfredo Torres, especialista en forrajeras de Inia, explicó que ante el aumento de las temperaturas y el déficit hídrico, la entidad investiga el uso de especies adaptadas al cambio climático, tales como la festuca, el bromo, el pasto ovillo y el festulolium, ya que éstas superan a la ballica, la más utilizada para la lechería del sur del país.

Fuente: Austral de Osorno

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