Durante la conferencia anual de Global Confederation of Higher Education Associations for Agricultural and Life Sciences (GCHERA), el ingeniero chileno y premio Nacional de Ciencias Aplicadas 2008, José Miguel Aguilera, ganó el Premio Mundial de Agricultura 2019.
El galardón internacional reconoce las contribuciones del profesor emérito de Ingeniería Química y de Bioprocesos de la Universidad Católica en las áreas de la ingeniería alimentaria y la tecnología alimentaria en Chile y el mundo.
«Ha realizado contribuciones sobresalientes y a la educación, la investigación, la internacionalización y la transferencia de tecnología en ingeniería y procesamiento de alimentos. Introdujo la enseñanza y la investigación avanzada en ingeniería de alimentos en Chile», dice el artículo publicado en el sitio de GCHERA.
El jurado destacó su trabajo en relacionar la microestructura alimentaria con el procesamiento y las propiedades del producto. Además, su tesis de que los componentes de los alimentos (nutrientes, sabores, etc.) vienen en matrices que pueden manipularse durante el procesamiento para mejorar la estabilidad, seguridad, textura y sabor del producto, ha sido ampliamente aceptada y es la base del desarrollo moderno de productos alimenticios.
Su trabajo pionero para establecer la microestructura de los alimentos y la ciencia de los materiales como base del procesamiento de alimentos ha resultado en una mejor comprensión de la ciencia detrás de los alimentos procesados.
Asimismo, sus estudios sobre cocción por extrusión (magma o metal fundido) de alimentos con proteínas de origen vegetal, alimentos con humedad intermedia, frituras y productos alimenticios blandos y nutritivos han llevado a aplicaciones prácticas en todo el mundo.
Aguilera ha publicado más de 200 textos de referencia y 13 libros. Entre ellos, «Ingenieria Gastronómica» (Ediciones UC), que en 2013 figuró dentro de los 200 mejores textos académicos según la revista Choice. Ha sido consultor de importantes empresas de alimentos y organizaciones internacionales como la FAO y el BID.
Fuente: Austral de Valdivia