«Hay varias mujeres exitosas, profesionales, empresarias; aquí el factor femenino-masculino no influye para nada, la capacidad empresarial es igual entre mujeres y hombres», afirma Raquel Calderón Aguilar (71) al ser consultada cómo fue su arribo al mundo lechero hace 26 años.
Y qué mejor ejemplo que su propia trayectoria para corroborar que en el rubro leche, una mujer también puede demostrar todo su temple. Criada en una familia de agricultores, Raquel Calderón es Técnico en Turismo, carrera que ejerció por un tiempo en Sernatur, pero debió dejar de lado para dedicarse a su familia, integrada por su esposo Jorge Viedma y sus hijos María Alejandra y Juan Pablo.
Aunque el sueño de «volver al campo» siempre rondó su mente, lo pudo concretar en 1992 cuando retornó a las tierras que le heredó su padre, en Río Negro, a unos 35 kilómetros de Osorno.
Partió con apenas 20 vacas «viejitas, que no estaban en buen estado», cuatro unidades de ordeña y una unidad portátil. Ríe al recordar que comenzó con vacas overo negro «pero de raza indefinida». Luego de una de las tantas crisis de precios y cambio climático, optó por un animal de doble propósito.
Hoy maneja un plantel mezcla de Montbeliarde y Holstein Friesian. Su producción bordea el millón de litros anuales (los que entrega a Watt’s), con 130 vacas en ordeña y 90 hectáreas dedicadas a lechería. Tras la sequía y los bajos precios, decidió llevar una producción «más amable» bajando la carga animal porque «mi objetivo productivo es vivir tranquila».
Al comenzar como productora, Nestlé la invitó a participar en un Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT). En 1994 ayudó a formar el GTT Caipulli con 25 socios, que fueron renovándose y hoy son 11 integrantes. Desde 1998 es tesorera regional de GTT Los Lagos.
¿Cómo fue ingresar a GTT?
-Significó estar en constante capacitación, nuevos conocimientos y mantener el desafío de ir mejorando. GTT tiene la ventaja de abrirnos puertas que no hay en forma individual, la marca GTT es muy importante en Chile.
Sistema productivo
-¿Qué le parece el sistema estacional?
-Si se piensa en partos en julio y cerrar la lechería dos meses, algunos ya lo están haciendo. No soy partidaria de sacrificar animales, soy muy pro bienestar animal. Si otros manejan el sistema estacional, bien por ellos, porque hay que ser muy ordenado para que la vaca entre en celo cuando uno quiere.
-¿Cómo ve la llegada de la lechería robótica?
-Las lecherías robóticas que conocimos mantenían todas las vacas estabuladas. En Chile, es un tremendo desafío porque la alimentación de las vacas es en base a pradera y hay que contar con callejones adecuados para que los animales tengan fácil acceso al robot de ordeña, la vaquita tiene que habituarse a caminar diariamente hasta la lechería, y eso significa no tener un pastoreo muy intensivo. Si lo organizas bien, te facilita el trabajo, pero las vacas deben tener cierta conformación y requiere personal calificado.
-¿Cómo ha visto el cierre de lecherías?
-Hay quienes por aumentar su cantidad de animales y producción, se comprometieron con los bancos; esto no ha ido a la par con los precios, y ahora muchos no pueden enfrentar los compromisos económicos. Con los años, las industrias nos han cambiado varias veces las condiciones, nos ayudaron con la gestión pero no quisieron reconocer que los costos de producción no tienen relación con el precio que pagan. Hemos lidiado a través de Aproleche, ha sido difícil porque la justificación de la industria es el precio internacional, pero hemos visto la importación de productos como una forma de manejar el precio.
Asociatividad
-¿Se suma a quienes exigen el etiquetado?
-La leche chilena es de calidad, pero el consumidor no sabe si la leche que consume es de Chile u otro país, por eso pedimos el etiquetado. Que se diga que es producto chileno, que no es un producto reconstituido, leche en polvo que no sabemos su procedencia, la convierten en leche fluida y la venden como si fuera leche recién salida de la vaca. ¡Muéstrenle al consumidor que están tomando leche tal como nos exigen a nosotros!, que no sea una fantasía. Para qué hablar de la importación de quesos…
-Se dice que el retail ha adquirido muchos predios en la zona…
-Sí, en Purranque hay un predio con tres lecherías, la más grande tiene 1.500 vacas, salas rotativas, es otra realidad, muy diferente a la del común del productor lechero de la Región. Es un tremendo aporte pero esos campos todos fueron de productores que no pudieron sostener su empresa.
-¿Qué tan importante es asociarse?
-Es una gran ayuda el apoyarse mutuamente para paliar un poco el precio comprando insumos a costos adecuados, negociar mejor el precio en planta y demostrar a las industrias que no estamos tan sometidos, los productores lecheros individualmente no tenemos fuerza pero si nos asociamos… sí. Y eso también hace que surjan asociaciones como «Torrencial lechero», Uprolac en Llanquihue y Futurolac (Los Muermos).
-Como GTT ¿ha cambiado la actitud de la gente en participar?
-Hay personas que pensaron que el sistema de trabajo no responde a sus aspiraciones, por eso cambian de rubro. Pero, lo lamentable son los campos vendidos al retail que ocupa excedentes y esa no es la realidad del campo, acá son familias que abandonan porque se acabó la empresa o los hijos piensan que es mucho sacrificio, trabajar tanto para ganar mucho menos que en la ciudad, no hay horario porque los animales no pueden esperar, es más lo que se da que lo que se recibe, si usted lo quiere, lo aguanta, pero si lo mira con cifras, no es atractivo.
-¿Qué se requiere para reimpulsar el rubro?
-Debemos fortalecer a nuestras organizaciones gremiales porque es la única forma que alguien nos defienda ante eventualidades. Aproleche, Aproval, Agrollanquihue, son entidades que están velando por nuestros intereses y si no le damos nuestro apoyo, ¿cómo van a sobrevivir?
-¿Cuál es el mensaje para sus pares?
-Algo que siempre digo es que en la vida hay que aportar a la sociedad, yo digo a mis hijos no vayan por la berma, vayan por el camino, comprométanse, no sean indiferentes, participen, colaboren.
Fuente: Diario Austral de Osorno