Marcos Winkler, presidente Aproleche Osorno
La Comisión Europea viene utilizando un enfoque agresivo respecto a la expansión de cobertura de las indicaciones geográficas (IG), a través de la revisión del Acuerdo de Comercio suscrito entre Chile y la UE; buscando controlar gran cantidad de nombres comunes de alimentos, y con ello limitar la elaboración de estos genéricos, con los que millones de consumidores reconocen algunos de sus alimentos preferidos.
Muchos productos tienen su origen en Europa, pero gracias a décadas de comercio y la emigración de personas que llevaron consigo sus recetas y costumbres nacionales, dichos alimentos hoy se fabrican y se disfrutan alrededor del mundo. Así, con el tiempo, se fue incrementado de sobremanera la popularidad de variedades históricamente europeas, como por ejemplo los quesos Parmesano, Edam, Gouda, Cheddar, entre otros.
Sin embargo, si un país bloquea o monopoliza los nombres genéricos de alimentos, traerá graves repercusiones a lo largo de las cadenas agrícolas y comerciales mundiales. Los agricultores enfrentarán una baja en la demanda de materia prima por el impacto que sufren las ventas de los alimentos con nombres comunes, y con toda seguridad, precios más bajos de pago al productor por su leche.
Aproleche Osorno, mediante la Federación Nacional de Productores de Leche, lleva dos años trabajando en esta temática, generando gestiones y reuniones con diversas entidades, como el Ministerio de Agricultura, la SOFOFA y la DIRECOM. Luego de enviar una misiva entregada a esta última, rechazando con sólidos argumentos la iniciativa, la Asociación se encuentra esperando una próxima invitación de la Dirección, para evaluar los avances obtenidos. Fundamental es señalar que no se está pidiendo la apropiación de nombres de lugares del viejo continente, sino que solamente el uso del nombre genérico del producto. Los productores asociados están generando un nuevo renacer de la Industria lechera, con gran optimismo en el futuro, para justamente aprovechar los mercados internacionales. Por ello, la aplicación de estos nuevos requerimientos por parte de la Unión Europea, van en contra del espíritu de los tratados firmados, y podría afectar gravemente al sector lechero mundial.
Fuente: Austral de Osorno