China, producción lechera estancada e importaciones al alza 

A medida que crece la sofisticación de los compradores, surge un mayor interés por la leche fresca fluida. La Unión Europea ha acaparado buena parte del mercado.

La producción de leche en China está en una encrucijada. En un reciente informe del USDA, se proyecta que el volumen llegará a 39 millones de toneladas, un aumento de solo 1% comparado con el año pasado. El complejo momento para los ganaderos contrasta con una proyectada alza de las importaciones de leche entera en polvo.

Los bajos precios internacionales, los altos costos internos y las nuevas normativas estatales han golpeado a los lecheros orientales.

De hecho, en 2017 la masa ganadera lechera disminuyó en 10%. Los problemas de contaminación que vive China -desde el aire en las ciudades al agua en zonas rurales- ha generado malestar, al que el gobierno ha respondido con mayores exigencias medioambientales. Uno de los sectores agrícolas que más se han visto perjudicados es el lechero.

Según el USDA, solo en la región cercana a Beijing, la capital del país, se han perdido 30 mil cabezas, equivalentes al 20% de los rebaños de la región. En la sureña Shanghái, 52 lecherías han cerrado en el último tiempo. Eso sí, la mayoría de las salidas han ocurrido en el segmento de pequeños y medianos.

Los 15 mayores productores de leche de China dan cuenta del 19% del volumen del país. Esas empresas aumentaron en 10% su producción en 2017, lo que explica que se proyecte que el número de animales continuará estable en 2018, pero la producción aumentaría 1%.

Los grandes jugadores son los que pueden defenderse mejor frente a los altos costos de producción internos. Buena parte de las lecherías dependen del maíz para alimentar a sus vacas. Según el USDA, el pago a productor por el equivalente a un kilo de leche en China en 2017 fue de 3,4 renminbis, equivalentes a unos $293. El costo, eso sí, fue ligeramente superior: 3,5 renminbis.

Importaciones en contraestación

El precio de la leche en la potencia asiática está alineado con los precios internacionales. La producción local no da abasto para el consumo interno, especialmente en el verano del hemisferio norte, cuando se produce el peak de demanda china.

El gobierno oriental tiene acuerdos de libre comercio con varios proveedores, entre ellos Australia y Nueva Zelandia, que permiten acceder a valores bastante competitivos en lácteos.

Lo más llamativo es que un país de altos costos, como Alemania, se ha podido posicionar como el proveedor de la mitad de las importaciones de leche fluida.

El USDA proyecta que en 2018 los chinos importarán 670 mil toneladas equivalentes de leche fresca. Las oportunidades para productores como los chilenos en ese segmento son interesantes.  El organismo, además, advierte que las exportaciones de leche entera en polvo a China también tienen interesantes perspectivas.

Las dificultades productivas internas harían que la elaboración de leche en polvo entera llegue a 1,3 millones de toneladas en 2018, 3,7% menos que el año anterior. Hay que tener en cuenta que en 2017 ya había ocurrido una baja de 2% respecto de 2016.

Entre los consumidores y procesadores de alimentos hay una mejor percepción de la leche en polvo extranjera que la local. Se le considera de una calidad mejor y más estable, con una vida más larga. De hecho, los principales elaboradores chinos están invirtiendo en plantas fuera de las fronteras para elaborar leche en polvo.

El USDA proyecta que las importaciones de leche en polvo entera llegarán a 500 mil toneladas en 2018, 6,3% más que el año pasado. En la actualidad, el gran jugador en ese segmento es Nueva Zelandia, proveedor del 92% de esas importaciones.

En todo caso, un actor recién llegado a ese segmento como EE.UU., llegó a envíos por 6.197 toneladas de leche en polvo entera, equivalentes al 1,3% de las importaciones chinas.

Consumo al alza

Más allá de las vicisitudes de la producción interna, la demanda por lácteos seguirá firme. Se proyecta que el consumo de lácteos llegue a 41 millones de toneladas, 9,5 por ciento mayor al de 2017. Esta tendencia está impulsada por los habitantes de las ciudades de segundo y tercer nivel.

El consumo per capita de lácteos en China llega a 36 kilos por persona, un tercio del promedio mundial y equivalente al 10% del consumo de un país desarrollado. Por lo tanto, hay un gran espacio para el crecimiento de las importaciones. 

FUENTE: ECONOMÍA Y NEGOCIOS

Comparte:

MÁS NOTICIAS

ENVÍANOS UN MENSAJE

APROLECHE A.G. Todos los Derechos Reservados
Desarrollado por INGEMA ASESORES Spa

APROLECHE A.G. Todos los Derechos Reservados | Desarrollado por INGEMA ASESORES Spa