Los focos del nuevo Ministerio de Agricultura

Más atribuciones al SAG para que se haga cargo de la sanidad e inocuidad de todos los alimentos que se producen en el país, y énfasis en el desarrollo rural son las principales novedades del proyecto presentado al Congreso.

ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ

“No estamos mirando el plebiscito constitucional, sino que cumpliendo el programa”, señala el ministro de Agricultura, Antonio Walker, frente a la consulta sobre la pertinencia de haber presentado al Congreso el proyecto que crea el nuevo Ministerio de Agricultura, Alimentación y Desarrollo Rural.

La iniciativa quedó radicada en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados a la espera de la reanudación de las actividades en marzo. Lo que plantea es que Agricultura no solo vea la producción agrícola, sino que toda la generación de alimentos.

La modernización de la secretaría de Estado se enfoca en tres aspectos principales: la incorporación de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y sus direcciones zonales desde el Ministerio de Economía a Agricultura; la ampliación de las facultades del SAG, servicio que tendría a cargo la fiscalización y control sanitario de toda la producción de alimentos y el desarrollo rural.

“El objetivo es darle un sello de inocuidad y de calidad agrupando a los distintos sectores productores, incluyendo acuicultura, pesca e incluso al sector forestal. Hemos hablado mucho de números —el sector exporta US$ 24 mil millones y el de pesca US$ 6 mil millones— pero también queremos hablar mucho de la gente que habita el mundo rural que ha hecho posible que la agricultura tenga estos resultados. Queremos posicionar al ministerio como un actor dentro del sector económico, pero también como uno que se hace cargo de la realidad de la pobreza del mundo rural”, señala el ministro.

Más tareas del SAG

Walker destaca que al Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, se le plantean más atribuciones, las que tendrán que ser coordinadas con Salud, para trabajar en la inocuidad de los alimentos, ya que a las tareas que venía desarrollando se le agregarían inclusolos productos de la acuicultura y la pesca.

Según el director nacional del SAG, Horacio Bórquez, el servicio que dirige amplía sus actividades. “Tendremos como misión preocuparnos de la sanidad e inocuidad de todos los alimentos desde que se producen, se procesan y hasta que quedan almacenados para luego ser distribuidos”, señala.

Desde que salen de las fábricas o plantas de almacenamiento hasta que llegan al consumidor, la responsabilidad continúa en el Ministerio de Salud.

Si hasta ahora el SAG se preocupa de la sanidad de los productos en las plantas faenadoras, en el proyecto responderá por la inocuidad, por ejemplo, de una fábrica de pastas.

Énfasis en ruralidad

El ministro de Agricultura resalta que esa cartera, si bien tiene un rol importante en el fomento productivo, por la importancia que tiene para la economía nacional, la nueva mirada del proyecto le entrega una faceta también muy social.

“Se hace cargo, a través de la política de desarrollo rural, de las desigualdades del territorio”, señala.

Es que las cifras son elocuentes. En el mundo rural vive el 25% de la población nacional, son 5 millones de personas, que ocupan el 85% del territorio, pero que tiene el doble de pobreza que el mundo urbano.

“De eso nos hacemos cargo fuertemente. No queremos que la agricultura sea vista como un sector de atraso, de pobreza, sino de oportunidades. Queremos tener una nueva mirada hacia este mundo agrícola que está en la producción de alimentos y que es motor de desarrollo de la gran mayoría de las regiones de Chile”, dice.

Para ello, el foco estará en la modernización del ministerio primero, y después hacia el agro a través de la tecnología, la digitalización, la mecanización, la automatización, que sirva para reencantar a la juventud.

Todo ello se refuerza con la recién lanzada Política Nacional de Desarrollo Rural, que contiene la formación de un comité interministerial, constituido por 14 ministerios, para trabajar y acortar las brechas entre el mundo rural y el urbano.

“El objetivo es revalorizar la ruralidad e ir construyendo juntos una institucionalidad que permita abordar los desafíos, incorporando la perspectiva rural en los distintos niveles. Lo nuevo es que en cada uno de los 14 ministerios tendremos un contacto con quien abordar los temas”, señala Walker.

El secretario de Estado remarca que nunca había habido un ente coordinador como el planteado en esta política de desarrollo rural recién lanzada, con el objetivo final de mejorar la calidad de vida de este sector.

Pasos previos

El exministro de Agricultura Carlos Furche considera que más importante que el nombre son las funciones, atribuciones y recursos que se le asignen a la nueva institucionalidad. Pero cree que hay temas no resueltos con mayor prioridad.

Por ejemplo, transformara Conaf en un servicio público, para lo cual hay un proyecto aprobado en la Cámara de Diputados cuya discusión está congelada en el Senado.

También plantea la necesidad de transformar la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria en un servicio público. Lo mismo propone para la Comisión Nacional de Riego, en cuanto a transformarla en un servicio nacional con mayor peso institucional y mayor estabilidad, dado el cuadro de sequía estructural que se enfrenta, con atribuciones, funciones y recursos, que no dependa de la renovación periódica de la Ley de Fomento al Riego.

También ve urgencia en la modernización del SAG, que facilite su vinculación con el sector privado, no solo en la discusión de las políticas, también en el financiamiento compartido de algunas tareas.

Respecto de Indap, plantea que también necesita modernización en sus estándares para que actúe más allá del segmento al que ha estado restringido.

Camino hecho

Al respecto, el ministro de Agricultura afirma que se han dado pasos para la modernización del ministerio.

Destaca que se ha dotado de más agilidad a los del SAG con cambios en su normativa para que el muestreo que hace de la fruta de exportación sea en línea y no destructivo. También destaca cambios en las normas de ingreso de plaguicidas que antes tenía cinco años de espera , se ha tercerizado la inspección de todos los agroquímicos y, además, ahora hay ingerencia de ese servicio en la revisión e inspección de bioestimulantes y fertilizantes importados y lo mismo en el ingreso de material vegetal. Respecto de la Comisión Nacional de Riego destaca que la recibieron con presupuesto de 50 mil millones de pesos y hoy está en $110 mil millones.

De la situación de Conaf señala que están impulsando fuerte el Servicio Nacional Forestal, pero que el tema ya depende solo de los legisladores. Para Indap indica que se están modernizando todos los programas y que en Prodesal se trabaja para que los usuarios puedan egresar a los tres años de ese programa.

FUENTE: REVISTA EL CAMPO

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