Anita Jans Sauterel, gerente Aproleche Osorno, destaca que solo en la Región de Los Lagos habría registros de unos 500 ataques a bovinos al año
Según un estudio de la Subsecretaría de Desarrollo Regional en conjunto a la Pontificia Universidad Católica, existen 8 millones 306 mil perros presentes en zonas urbanas del país, mientras que más de un millón 329 mil están en lugares rurales, y del total, aproximadamente un 85,3% no tiene ningún tipo de supervisión.
En nuestros campos, son los perros asilvestrados los que siembran el terror, dando muerte y mutilando indiscriminadamente tanto a vacas, terneros, ovejas, y en los bosques del sur, a la fauna nativa chilena, como pudúes y huemules.
Recientemente, uno de nuestros socios sufrió un ataque de perros asilvestrados, donde murieron 14 vaquillas, y otra jauría de caninos dieron muerte a todas las ovejas de una pequeña productora en la zona de San Pablo. Pese a lo reiterativo de estos ataques, los agricultores y la fauna se encuentran sin herramientas legislativas para defenderse ante estos salvajes asesinos, que afectan profundamente al bienestar animal, e incluso su supervivencia como especie.
Como gremio hemos levantado la voz innumerables veces para hacer público este grave problema. Desde el año 2018, cuando se presentó la primera idea de legislar para que los perros asilvestrados sean considerados una especie exótica invasora, permitiendo así su captura, poco o nada se ha avanzado. Los ataques continúan ocurriendo día tras día, donde el 100% de nuestros socios han sido afectados, y solo en la Región de Los Lagos habría registros de unos 500 ataques a bovinos al año, lo que sin duda es un número mucho mayor, debido a que buena parte de los ganaderos no los denuncia formalmente. Los productores no denuncian, porque no hay acción ni sanción; y no hay acción ni sanción, por las bajas denuncias, produciéndose así un círculo vicioso. Y los verdaderos responsables, además de los perros, son los dueños irresponsables, quienes quedan impunes debido a la falta de fiscalización a la tenencia responsable de mascotas.
Hoy volvemos a pedir que las instituciones funcionen, que la voluntad política al fin esté del lado de nuestros agricultores, sus animales, y nuestra fauna nativa. Hemos enviado requerimientos de reuniones con el fin de sensibilizar y lograr avances concretos, a prácticamente todas las autoridades pertinentes a este tema, como a todos los diputados del distrito 25, y a la Seremi de Agricultura.
Hacemos un llamado no solo a nuestras autoridades, sino a todas las entidades afines, ONG ambientalistas y personas que se preocupan de la naturaleza: unamos fuerza. Aquí el problema del ataque a nuestro ganado y la muerte de la fauna nativa, son lo mismo. Pedimos celeridad y urgencia para abordar este tema: no con más promesas ni eternas mesas, sino con hechos concretos, que devuelvan la tranquilidad a los campos y bosques de nuestro país.
