Marcos Winkler, presidente de Aproleche Osorno
Cuando los lecheros y un grupo de parlamentarios impulsamos en el año 2017 la iniciativa de crear una nueva Ley de Etiquetado, la cual permitiera a los consumidores reconocer el origen, tipo y la procedencia de la leche de los productos lácteos, ya comprendíamos que los chilenos requerían disponer de más información, para acceder a lo nacional.
La Ley fue aprobada a fines del 2019, sumándose al trabajo que Aproleche junto a la Federación han venido realizando para sacar adelante una Marca Sectorial para la leche chilena, buscando exportar con denominación de origen y dar mayor valor al producto nacional. Además, desde el primer Programa Territorial Integrado del Sector Lechero, nos encontramos hace un año abordando el desarrollo de nuevos productos, creando un Sello de Origen para la leche de nuestra zona, y sondeando nuevos mercados que aprecien nuestra producción.
Hoy, en el contexto actual de pandemia, donde la economía ya está sintiendo los certeros golpes del Covid-19, con pérdidas de empleo, crecimientos decrecientes en todos los países, y sectores económicos prácticamente paralizados; se está buscando alternativas y diversas fórmulas que permitan reactivar la economía. Pensando en la región de Los Lagos, la lechería es el sector que más mueve al INACER regional, vinculado estrechamente con todos los otros rubros y servicios, generando empleo y distribuyendo riqueza a nivel local. La lechería no puede ni debe parar, presentando un gran potencial de crecimiento sectorial.
Por esto, hacemos un fuerte llamado primeramente a los consumidores, para que elijan productos lácteos nacionales. Hoy están claramente identificados gracias a la Ley de Etiquetados, y con esto impulsarán el crecimiento de un sector estratégico de la economía del sur, generando empleo y crecimiento. Y el segundo llamado es a las autoridades e instituciones fiscalizadoras, para que el mercado lácteo siga avanzando aún más en el camino de la transparencia, sumado a la necesidad de una real política lechera, que financie y empuje a los productores a seguir adelante, bajo todas las precauciones y protocolos ya creados para operar, para así vislumbrar una reactivación económica en el sur de Chile.
