El presidente de Fedeleche, Marcos Wrinkler, contó que el sector está atravesando por una compleja situación luego de un positivo 2020.
Un complejo escenario están enfrentando los productores de leche locales. Así lo aseguró el presidente de Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), Marcos Wrinkler, quien contó que luego de un positivo 2020 —en que la producción nacional de leche logró un crecimiento de un 6,3%, la expansión más importante de la última década— la industria se ha visto golpeada por factores como la sequía y los problemas en la cadena logística. ‘Entramos en un 2021 donde se intensificó la problemática climática donde año a año se ha puesto más dura la situación (..) de ahí vino otro fenómeno vinculado a la pandemia y que nos ha afectado a todos, que es la logística y el transporte de insumos. Esto ha hecho que productos como los fertilizantes y alimentos para la vaca se dispararen’, señaló. Wrinkler aseguró que en los últimos 12 meses se registró un aumento de los costos que supera el 30%, mientras que el precio al productor, en términos nominales, ha subido en el mismo período un 8%.
‘Ahí se produjo nuevamente una diferencia y volvimos a caer en la dinámica en que la agricultura lechera se quedó sin el margen para poder trabajar, para producir, y tuvo que nuevamente endeudarse’, sostuvo. El representante gremial también afirmó que a los productores les preocupa el avance que están teniendo las importaciones de productos lácteos en el mercado local, que en 2021 registraron un nuevo máximo histórico con 1.000 millones de litros equivalentes. En este aspecto, Wrinkler dijo que una forma en la que el Gobierno puede ayudar a dinamizar el mercado nacional lácteo es controlando, verificando y castigando —de ser necesario— si es que existen importaciones de productos que vengan subvencionados y con precios distorsionados. ‘Eso sería un mercado que no estaría funcionando como corresponde, sería una competencia desleal, porque si un país cualquiera trae productos muy baratos porque necesita liberar su stock y viene subvencionado por su gobierno y entra a jugar al mercado nacional, eso rompe el mercado y hace que no opere’, explicó.
Pese a todo, Wrinkler destacó que un elemento favorable en estos dos últimos dos años ha sido el incremento del consumo de productos lácteos, lo que ha permitido una mayor estabilidad al mercado nacional. ‘Según datos del Observatorio Lácteo de la Universidad de Los Lagos y Fedeleche, el consumo de productos lácteos podría crecer en 2021 hasta en un 2%, superando los 155 litros per cápita’, detalló. Con todo, las expectativas de Wrinkler para este año no son optimistas. ‘Espero que la producción crezca en 2022, pero la verdad es que no creo que lo haga, aunque como gremio vamos hacer todo para impulsar el crecimiento’, aseguró.
Marca sectorial
Una de las novedades para este año es el lanzamiento de la marca sectorial Chile Milk para impulsar las exportaciones lácteas nacionales. ‘Chile tiene una producción de leche especial, con una composición y sabor premium. Ahora, para colocar este producto en los mercados internacionales era importante tener una marca país para poder darle ese sello característico’, contó Wrinkler.
Eso sí, el representante gremial aseguró que esto no implica que vayan a dejar de lado el mercado nacional y se vayan a enfocar en el exterior. El objetivo, según explicó, apunta a retomar las exportaciones que se habían visto afectadas por la pandemia. ‘Si al agricultor le va mejor porque recibe lo que corresponde por su litro de leche pagado, entonces va a tener recursos suficientes para invertir y poder crecer. Esto va a aumentar la producción nacional y vamos a poder cumplir con la cadena completa’, aseguró.
