Embajador instó a industriales a ganar ese mercado.
China se ha diversificado mucho en sus importaciones, es el primer comprador de soja, carne, forestación y lana de Uruguay, pero todavía hay grandes potencialidades a descubrir y una nueva oportunidad que se da es en el rubro de los productos lácteos, destacó el embajador chino en este país, Wang Gang.
Aunque el hábito de consumo de los chinos ha sido históricamente bajo, en los últimos tiempos ha venido cambiando, principalmente por las mejores condiciones de vida de los pobladores de este país, expresó el diplomático durante una conferencia de prensa que evaluó el viaje que realizaron las autoridades encabezadas por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Enzo Benech, a SIAL China 2018 hace pocos días.
Gang explicó que ahora los chinos consumen más productos lácteos y que Uruguay tiene grandes ventajas por sus condiciones de ser uno de los grandes productores de lácteos y de buena calidad.
Entendió que sería una buena ocasión que empresas como Conaprole pudieran asistir a la plataforma china de importaciones a realizarse en Shanghai en noviembre próximo, que es muy importante para lanzarse a conquistar el mercado chino que tiene un alto potencial de crecimiento.
El embajador entendió que podría impulsar una acción similar a lo que constituyó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas hace 30 años entre China y Uruguay, que fue una decisión política muy visionaria y muy provechosa.
El ministro Bench advirtió sobre las enormes posibilidades que representa un mercado chino que está en constante crecimiento y con una posibilidad de relacionamiento a una velocidad extraordinaria. Puso como ejemplo, que a mediados de este mes se entrevistaron con representantes de la Agencia Estatal de Forestación de China y a cuatro días de haber regresado a Uruguay, este martes recibió la comunicación que una delegación de esa institución oficial llegará a este país en julio próximo.
Muy impresionado el ministro de que por cada uruguayo hay 500 chinos, dijo que el compromiso es venderle los productos que ese país necesita. Dijo que esa demanda es creciente y argumentó su importancia en una economía donde su Producto Bruto Interno (PBI) está previsto que este año alcance un crecimiento de 6,5%.
Estos datos redoblan el desafío de Uruguay de convertirse en país proveedor de alimentos confiable para China, a su escala, con productos diferenciados, con inocuidad, lo que es valorado por ese mercado y por “eso venimos creciendo” en las exportaciones a un pueblo que tiene un volumen importante de gente con poder adquisitivo y que de alguna manera está cambiando sus hábitos alimenticios.
Benech consideró que las economías de los dos países son complementarias, señalando que Uruguay importa vehículos automotores, teléfonos y computadoras, incluyendo además por ejemplo, cámaras de video que identifican a la gente que va caminando por la calle, registrando su edad y diferencias de temperaturas. “Se podrán imaginar cuanto servicio podría prestar esta tecnología aplicada a la actividad agropecuaria de este país, donde existen rubros como la forestación, que tiene torres con vigas y se vuela para detectar humos en los montes”.
Por su parte el director general de los Servicios Agrícolas, Federico Montes, recordó su viaje a China en mayo de 2017 en el marco de la reunión bilateral del ámbito sanitario y fitosanitario, donde se marcó el esquema de trabajo de certificación y trazabilidad que ponía en marcha Uruguay aplicado a su producción de soja.
Este año la respuesta oficial china destacó lo bien que estaba trabajando Uruguay en este sentido, resaltando que el país está cumpliendo con el protocolo respectivo para la producción y exportación de soja. Es decir se está construyendo confianza, están conformes con el volumen y la calidad de la soja que se está enviando al país asiático.
También resaltó la apertura para los arándanos uruguayos, así como también el haber acompañado a las empresas compatriotas que asistieron a la Fruit Logística realizada también China.
A su vez el director general de los Servicios Ganaderos, Eduardo Barre, resaltó el papel que cumple el puerto de aguas profundas de Shanghai, por la escala a que trabaja y automatización de sus servicios. Allí se pudo verificar el trabajo que hacen las autoridades chinas y la responsabilidad que tienen los países proveedores de alimentos. Sobresalen las condiciones en que se deben enviar los productos, con los fundamentos de certificación y seriedad que amerita la inspección de la mercadería que ingresa por este puerto, dijo Barre.
Fuente: El Observador