El precio que la industria láctea brasileña le paga a sus remitentes se disparó en los primeros meses del año, impulsado por argumentos tanto desde el lado de la oferta como desde la demanda.
La sequía que sufrieron las regiones Sudeste y Centro-Oeste y el exceso de lluvias en el Sur perjudicaron a la actividad lechera. Además, los productores sufrieron el desestímulo de fines del año pasado por la baja de la facturación y el aumento en los costos de producción.
Para Cepea, hay argumentos que permiten suponer que la firmeza en el precio se logrará sostener a lo largo del año, contrariamente a lo que sucedió en 2017, cuando arrancó con firmeza pero luego se pinchó.
“La diferencia este año está fundamentalmente en el contexto económico, que muestra recuperación del consumo y aumento en el poder de compra de las familias”, dice Cepea.
Sin embargo, por el momento ha habido dificultades en el traslado del aumento de los precios de la materia prima a los derivados, caso de la leche UHT y de la muzarela. Ambas cotizaciones permanecieron estables en febrero.
Fuente: Tardaguila Agromercados